
Entre las prácticas devotas que la piedad católica consagra a la Santísima Virgen María, ninguna es tan excelente, tan útil, tan recomendada por la Iglesia como la del Rosario. Consiste en rezar quince decenas de Ave Marías encabezadas por el Padre nuestro y terminadas por el Gloria Patri, meditando en cada una de ellas los principales misterios de la vida de Jesucristo y de María.
La Iglesia para animamos a practicarla con tesón, ha concedido indulgencia plenaria al mes en el día que escoja cada uno siempre que durante él hayan rezado diariamente al menos una tercera parte de él, o sean cinco misterios. La manera de rezarlo es la siguiente: por la señal de la Santa Cruz, etc.
ACTO DE CONTRICIÓN Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador y Redentor mío, por ser quién eres y porque te amo sobre todas las cosas me pesa de todo corazón de haberte ofendido, propongo firmemente, con la ayuda de tu gracia, la enmienda de nunca más pecar, apartarme de las ocasiones de ofenderte, cumplir la penitencia que me fuere impuesta.
Te ofrezco, Señor, mi vida obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados y como te suplico así confío en tu bondad y misericordia infinitas que me darás gracia para enmendarme y perseverar en tu santo servicio hasta el último instante de mi vida. Amén.
Abre Señor nuestros labios para alabar y bendecir tu admirable nombre y el dulcísimo de tu inmaculada Madre limpia mi corazón de todo vano, impuro, o inútil pensamiento, ilumina mi entendimiento, enciende mi amor para que digna atenta y devotamente rece este
Santísimo Rosario y merezca ser oído ante el acatamiento divino. Amén.
MISTERIOS GOZOSOS Para lunes y jueves PRIMER MISTERIO GOZOSO LA ENCARNACIÓN DEL DIVINO VERBO
¡Oh Virgen María! Por el gozo que sentiste al oír la salutación del Ángel y al verificarse en tu casto seno el misterio de la Encarnación, te pedimos nos alcances la verdadera alegría que consiste en vivir siempre en gracia de Dios.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. Un ángel del Cielo Te anuncia; ¡Oh María!
La causa más grande De nuestra alegría Que el verbo divino A tu seno bajar Se dignó mostrando
Su grande humildad.
SEGUNDO MISTERIO GOZOSO LA VISITACIÓN DE MARÍA A SANTA ISABEL ¡Oh Virgen María! Por el gozo con que fuiste a casa de tu prima Santa Isabel para desempeñar con ella, los oficios de la caridad, te pedimos nos alcances esta misma virtud para con nuestros hermanos.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri.
La Virgen María Fue a santificar Con su humilde cántico A Isabel y a Juan. Ejemplo que obliga A todo mortal, A inducir al prójimo A la Santidad.
TERCER MISTERIO GOZOSO EL NACIMIENTO DEL NIÑO JESÚS ¡Oh Virgen María! Por el gozo que sentiste al ver que había nacido al fin el deseado de las naciones, te pedimos nos alcances de tu hijo Jesús que se produzcan ampliamente en nuestras almas los frutos de la redención.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. En humilde gruta. El niño Jesús Nació para damos Su gracia y su luz. ¡Oh don increíble! ¡Oh inmenso favor! Aumenta en mi pecho La llama de amor.
CUARTO MISTERIO GOZOSO LA PRESENTACIÓN DE JESÚS EN EL TEMPLO ¡Oh Virgen María! Por el gozo que sentiste al ver que Jesús ofrecía en su adorable cuerpo el precio de nuestro rescate, te pedimos nos alcances en que también en nuestro cuerpo ofrezcamos al Señor una víctima agradable a sus divinos ojos.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. Al Templo Señora, Llevas con amor, El precio divino de nuestro perdón. Nosotros pedimos,
Por tu intercesión, Nos abra sus puertas, Celestial mansión.
QUINTO MISTERIO GOZOSO. EL HALLAZGO DE JESÚS EN EL TEMPLO ¡Oh Virgen María! Por el gozo que sentiste al encontrar de nuevo a tu Jesús en el templo; alcánzanos la gracia de hallarlo siempre que hubiéremos tenido la desgracia de perderlo por la culpa.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. Que triste, Señora, Es perder a Dios Lo dicen tus lágrimas En esta ocasión. Pero que consuelo Es hallar el Bien,
Al que tú encontraste En Jerusalén.
MISTERIOS DOLOROSOS Para martes y viernes
PRIMER MISTERIO DOLOROSO LA ORACIÓN DEL HUERTO ¡Oh Virgen María! Por el dolor que sentiste al saber la terrible agonía de tu Hijo bendito en el huerto de los olivos, te pedimos nos alcances la verdadera conformidad con la voluntad de Dios. Un Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri.
En cruel agonía El Hijo de Dios, De su Padre alcanza A todos perdón.
¡Oh Virgen excelsa! Por tan gran dolor, A todos concede La resignación.
SEGUNDO MISTERIO DOLOROSO LA FLAGELACIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO ¡Oh Virgen María! Por el dolor acerbísimo que sentiste al saber el cruelísimo tormento de la flagelación que por nosotros sufrió tu Hijo divino; alcánzanos el espíritu de sacrificio y de mortificación cristiana.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. Al manso Cordero La flagelación
Produce indecible Vergüenza y dolor.
Danos Virgen pura, Por tan gran dolor, Que tengamos todos, Mortificación.
TERCER MISTERIO DOLOROSO LA CORONACIÓN DE ESPINAS ¡Oh Virgen María! Por el gran y dolor que sentiste al tener noticia de la dolorosa burla que de tu Jesús hizo la insolente soldadesca, concédenos la humildad sin la que no puede haber virtud duradera.
Punzantes espinas Traspasan la sien, De Jesús bendito De que es nuestro Bien. Oh rosa entre espinas Virgen la más pura, Que de la cruz amemos La santa amargura
CUARTO MISTERIO DOLOROSO EL CAMINO DEL CALVARIO ¡Oh Virgen María! por el gran dolor que sentiste al ver a tu Santísimo Hijo cargado con el afrentoso y pesado madero de la cruz, te pedimos nos alcances el que nos
abracemos amorosamente con la cruz que a cada uno se ha dignado mandar el Señor.
Padre nuestro, diez Ave Marías y un Gloria Patri. Al monte Calvario, ¡Ya vas, ¡oh Jesús! Llevando en tus hombros La pesada cruz Me abrace con ella ¡Oh Virgen María!
Y la lleve siempre Con grande energía. Dios te salve María Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto en tus manos pongo mi fe para que la alumbres, llena eres de gracia, etc.
Dios te salve María Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto en tus manos pongo mi esperanza para que la alientes, llena eres de gracia, etc. Dios te salve María Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto en tus manos pongo mi caridad para que la inflames, llena eres de gracia, etc.
Dios te Salve María templo y sagrario de la Beatísima Trinidad, Virgen purísima concebida sin la culpa original.
Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo, etc. Dios te salve Reina y Madre de misericordia, vida y dulzura esperanza nuestra, Dios te salve; a ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea pues Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y después de este destierro muéstrenos a Jesús fruto bendito de tu vientre; ¡oh clemente, oh piadosa, oh dulce, oh siempre Virgen María! ruega por nosotros, santa madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
OFRECIMIENTO DE LOS MISTERIOS DEL ROSARIO Por estos misterios santos de que hemos hecho recuerdo: Te pedimos ¡Oh María! De la fe santa el aumento, La exaltación de la Iglesia, Del Papa el mejor acierto, La unión y feliz gobierno. Que el gentil conozca a Dios, Que el hereje vea sus yerros,
Ellos y los pecadores, Tengan arrepentimiento. Que los cautivos cristianos Sean libres del cautiverio. Goce puerto el navegante, Y la salud el enfermo. Que en el purgatorio gocen Las animas refrigerio.
Y que este santo ejercicio, Tenga aumento tan completo, En toda la cristiandad,
Que alcancemos por su medio, El ver y gozar de Dios, En la eternidad del Cielo.
Amén.
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