Gracias por los favores concedidos.

Os doy gracias, Dios mío, porque entre otros favores me habéis concedido el de que pueda ganar el rico tesoro de las indulgencias para expiación de mis culpas y sufragio de las de mis hermanos del Purgatorio.
Hago intención de ganar cuantas estén concedidas a las obras de piedad que con tu gracia me proponga practicar este día, y al efecto te ruego por nuestra amorosa Madre la Iglesia, por el Romano Pontífice, por la conversión de los herejes y pecadores y salvación de todas las almas.
“Por la salvación de todas las almas, amén".
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