
¡Oh bondadoso y guía espiritual San Rafael Arcángel! yo te invoco como el patrón de aquellos que están afligidos por la enfermedad o dolencia corporal.
Tú hiciste preparar el remedio que sanó la ceguera del anciano Tobías, y tu nombre significa "El Señor sana".
Me dirijo a ti, misericordioso San Rafael Arcángel, implorando tu auxilio divino en mi necesidad actual (mencionar aquí la petición).
Si es la voluntad de Dios, dígnate a sanar mi enfermedad, o al menos, concédeme la gracia y la fuerza que necesito para poder soportarla con paciencia, ofreciéndola por el perdón de mis pecados y por la salvación de mi alma.
San Rafael, amigo de los caminos, enséñame a unir mis sufrimientos con los de Jesús y de María y buscar la gracia de Dios en la oración y la comunión.
Deseo imitarte en tu afán de hacer la voluntad de Dios en todas las cosas. Como el joven Tobías, yo te elijo como mi compañero en mi viaje a través de este valle de lágrimas.
Deseo seguir tus inspiraciones cada paso del camino, para que pueda llegar al final de mi viaje bajo tu protección constante y en la gracia de Dios.
Oh Arcángel San Rafael Bendito, tú te revelaste a ti mismo como el asistente divino del Trono Dios, ven a mi vida y asísteme en este momento de prueba. Dame la sanación de esta enfermedad que ha traído dolores y desgracias a mi vida.
Concédeme la gracia y la bendición de Dios y el favor que te pido por tu poderosa intercesión. ¡Oh gran Médico de Dios! dígnate a curarme como lo hiciste con Tobías si es la voluntad del Creador.
San Rafael, Recurso de Dios, Ángel de la Salud, Medicina de Dios, ruega por mí.
Amén.
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