
Dios eterno y todopoderoso que, con tu sublime cuidado, asignas a cada criatura un ángel guardián, te imploro intercedas por mi para que siempre me proteja de las calamidades y penas.
Mi Dios, mi amparo, mi brazo fuerte, permite que interceda mi ángel guardián, para que me ayude, me ilumine y oriente mis pasos alumbrando mi sendero, y así pueda tomar las decisiones más acertadas en tan difícil momento y de este modo, salir triunfante ante las pruebas que se me puedan presentar, ¡aleluya, me rodeen un coro de ángeles! San Rafael, confío en que intercedas por mí y así lo declaro hecho según tu santa voluntad.
Amén.
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