
San Rafael, amante patrono de aquellos que buscan un compañero para el matrimonio, ayúdame en esta decisión suprema de mi vida. Como padrino de boda, encuéntrame para la vida a la persona cuyo carácter refleje algo de las cualidades distintivas de Jesús y María.
Que sea correcta, leal, pura, sincera y noble, para que, con fuerzas unidas y amor casto y desinteresado, podamos educarnos en la perfección del alma y cuerpo, como también a los hijos que Dios confiará a nuestro cuidado.
Amén"
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