
PETICIÓN POR LAS PROPIAS NECESIDADES. Concédeme, ¡oh buen Jesús! por la virtud de este sacramento, que se extinga en mi corazón todo afecto desordenado, aumenta en él la resolución y energía para sacrificarlo todo por el cumplimiento de tu santísima ley, dame fuerza para luchar contra los enemigos de mi alma y remedia mis necesidades si así conviene a mi eterna salvación.
PETICIÓN POR LOS DEMÁS ¡Oh Señor! cuyas entrañas de misericordia se hallan dispuestas a favorecer a todos los hombres, que no quieres que alguien perezca, sino que todos los hombres se salven y por eso, por todos sufriste la muerte e instituiste este sacramento; concede el triunfo y exaltación de la Santa Madre Iglesia, acierto, consuelo y gloria al Sumo Pontífice y a nuestros Prelados, la santidad al clero, tranquilidad y paz a los reyes y gobernantes, castidad a las vírgenes; concordia a los casados, consuelo y sostén a las viudas y a los huérfanos, alimento a los pobres, a los pecadores de los que soy yo el primero la conversión y el perdón, y a todos los fieles cristianos vivos y difuntos la gracia y la vida eterna.
Amén.
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